¿Sabes donde miramos al conducir?

El 90 por ciento de la información que recibimos los conductores en el coche lo hacemos a través de nuestros ojos. Pero, ¿a dónde miramos cuando conducimos?

Pocas situaciones requieren tanta y tan variada actividad para nuestros ojos como conducir, en unas circunstancias que son complejas y, a menudo, cambiantes. Necesitamos una correcta visión de lejos de la carretera para anticipar acciones como acelerar, frenar o reaccionar ante un obstáculo, pero también la percepción periférica de la localización espacial en el tráfico,  y la correcta visión del cuadro de mandos o de los retrovisores… pero, ¿dónde miramos más a menudo cuando conducimos? El fabricante Zeiss nos lo revela con motivo de una investigación realizada para desarrollar su último producto, las lentes DriveSafe pensadas para conductores pero también para todo uso.

El estudio, realizado con el Instituto de Investigación de Ingeniería Automotriz y Motores de Vehículos en Stuttgart, FKFS, por sus siglas en alemán, concluyó, tras llevar a cabo pruebas de circulación real con más de 40 conductores, que en torno al 97 por ciento del tiempo los conductores fijamos la vista en la calzada y en los objetos móviles distantes. Esta investigación llevada a cabo para medir elcomportamiento visual de los conductores, reveló que un 2 por ciento del tiempo restante lo empleamos en mirar la información del cuadro de mandos, el velocímetro, sobre todo, también cuentarrevoluciones, consumo, reloj… la mayoría de las veces son vistazos rápidos. Eso sí, sólo el 1 por ciento del tiempo que conducimos lo alternamos entre el retrovisor interior y los laterales.

A los participantes del estudio se les incorporaron lectores del movimiento de los ojos y de la cabeza para registrar y observar el comportamiento visual. Y es que en esta dinámica visual de la conducción, los movimientos cabeza y ojos interactúan y funcionan coordinados. Pero no en todos los casos se producen de la misma manera, ya que existe una gran diferencia entre los usuarios de lentes monofocales(empleadas para la corrección de miopía, astigmatismo…) y progresivas (que incorporan la corrección para ver a distancias tanto lejanas como cercanas, como ocurre con la presbicia que aparece con la edad a partir de los 40 años). Estos últimos conductores, observó la investigación, necesitan mover mucho más la cabeza que los primeros para acomodar el ojo a la lente sobre todo cuando cambian de lejos a cerca.

El estudio llevado a cabo por Zeiss y FKFS revela que la distancia a la que se ve el objeto más cercano desde el puesto del conductor es a unos 50 o 75 centímetros de sus ojos. Por eso, en estos casos, la zona de visión intermedia de la lente necesita ser amplia y no tanto la zona de vista más de cerca, que casi no empleamos en la conducción.

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