
Robert Bosch reúne cada dos años a los periodistas para mostrarles cómo ve el futuro inmediato y el más lejano. En un mundo con países emergentes en los que crecen creciendo y accidentes, ven la tecnología como medio para cambiar la tendencia. Te contamos los diez sistemas que tarde o temprano serán imprescindibles en todos los automóviles.
1- Visión digital del entorno
Si tu coche tiene sensores de ultrasonidos para ayudarte con sus
pitidos para aparcar vas por buen camino. En el futuro ningún coche se conformará con eso, sino que los sensores
ya vigilarán también los laterales y cubrirán la totalidad de los 360 grados del coche.
Esto, que funciona a baja velocidad, será solo el primer paso. Necesitan llegar a un futuro en que los sensores del vehículo proporcionen un modelo matemático del entorno totalmente fiable. El sistema tendrá que ser redundante, por parte de los sensores que "ven" o escuchan los obstáculos -que deberán tener cierta duplicidad- y por parte de la cartografía digital embarcada. El sistema comparará los mapas de altísima precisión -incluyendo no solo el firme, el trazado, el perfil de alturas, sino árboles y el resto del "escenario"- con la información que proporcionan los "sentidos" del coche. Con esto se posicionará con altísima precisión y, además, se podrá comparar cualquier cambio producido y tomar decisiones de ayuda al conductor en tiempo real (o ponerse la propia máquina al volante) en base a ese nuevo escenario.
2- Cámara estéreo
Ya hay muchos coches con una cámara en la parte alta del parabrisas. Reconocen señales (al menos, limitaciones de velocidad) e interpretan la señalización horizontal para los sistemas de asistencia de carril. Entender lo que tiene ante sí requiere el auxiliar de otra fuente de información. Para Bosch, bastaría una segunda cámara para tener visión estereoscópica y así poder detectar cualquier obstáculo basándose en distancia y movimiento. Una sola cámara "requeriría un "entrenamiento" exhaustivo antes de poder determinar con claridad algo tan simple como si un objeto lejano es un peatón o un coche.
3- Frenado de emergencia
Con los sistemas automáticos de freno de emergencia ante una
colisión inminente o un atropello, más los asistentes de mantenimiento en el carril, Bosch estima que se podrían reducir un 45 por ciento
los accidentes. Un 37 por ciento adicional esperan que llegue con el incremento de la conectividad, entre coches y con el
resto de la infraestructura.
4- Radar como pieza clave
No todos piensan lo mismo, pero por algo Robert Bosch tiene
sus propios sensores basados en radar y es el líder en este campo: el radar será según Bosch un sensor fundamental en el aumento de la
seguridad e imprescindible en el camino a la conducción automatizada. En 2014 duplicaron su producción y esperan seguir esta tendencia en los años sucesivos.
5- Asistencia a la esquiva
Ante un peligro delante de sí, muchos conductores no
aciertan o no les da tiempo siquiera a frenar. Por si tienen la intención de esquivarlo, Bosch suministrará a un fabricante de coches (cuyo nombre no se ha revelado) a lo largo de 2015 un sistema que ayudará al conductor a elegir la trayectoria ideal. La servodirección dará un giro adicional al volante si detecta que la acción del conductor no es suficientemente vigorosa como para esquivar sin colisionar o
atropellar. A lo largo de 2016, otro fabricante contará con una variante más enérgica (y menos sutil en su operación), ayudándose de un frenado selectivo en cada rueda... incluso si el
conductor no toca para nada el pedal de freno.
6- Incluso sin volante tendrás dirección
La redundancia de los sistemas automatizados llevará la situación a extremos curiosos. Dado que el conductor no podrá tomar el control de manera inmediata cuando todo esté realmente automatizado, está prevista una altísima redundancia de sistemas. Por ejemplo, en Bosch nos cuentan que el sistema de ESP asociado a un ibooster -un compacto servofreno sin el clásico plato de vacío- sería capaz de "dirigir" el coche en caso de fallo de la dirección hasta velocidades de 60 km/h. Pero a Google ya le han suministrado una dirección redundante para velocidades superiores.
7- Horizonte conectado
Eres buen conductor, miras muy
lejos cuando conduces, buscas marcas de frenado de otros que han pasado por allí o luces de freno que delatan un peligro al otro lado de la curva. Incluso a ese tipo de conductor le vendría bien
un coche que reciba información relevante de lo que sucede allí donde el ojo no alcanza. Una avería, un accidente, una placa de
hielo... en el futuro la infraestructura de la vía y de los otros vehículos nos informarán de ello, en lo que denominan horizonte
conectado, con mapas que generan en tiempo real "capas" con información superpuesta con los incidentes que se pueden
encontrar. El coche recibe, pero también emitirá automáticamente información de aquello con lo que se encuentra, para seguridad del resto del tráfico. El problema es que harán falta
conexiones 4G y nodos locales para pasar la información en tiempos relámpago.
8- Cartografía de alta precisión
Los mapas digitales de gran precisión ya permiten a las cajas de cambios automáticas más avanzadas y a los controles de velocidad de crucero
trabajar de manera más eficiente con el combustible, al conocer el perfil de la carretera. En coches con ciertas dosis de
hibridación eléctrica, las ventajas serán incluso más acusadas, gracias a poder recuperar energía en las baterías. Sin embargo,
varias empresas, entre ellas Google o Here (de Nokia) están rehaciendo cartografías de muy alta definición, incluyendo todos los elementos de la vía, desde postes de teléfono a árboles o tapas de
alcantarilla. Cuanto más datos del escenario se conozcan con antelación, más fácil será la tarea para el ordenador del coche con navegación autónoma, para simplemente reconocer "lo que cambia".
8- Conducción asistida
Hay que diferenciar entre la conducción asistida (en ciertos momentos puedes delegar la conducción al propio coche) de la conducción pilotada, en la que el coche tomaría el control absoluto y te avisaría de cuándo debes tomar el volante. Según Bosch, este aviso debe
venir con unos diez segundos de antelación, pero fabricantes como Toyota estiman que se necesitaría incluso más tiempo para que el
conductor se ponga en situación. Por eso no se atreven a dar fecha para la conducción pilotada (siempre se viene hablando de 2025), mientras analizan la potencia de cálculo y capacidad que
necesitan y colaboran con fabricantes de procesadores, porque aún no existe la electrónica necesaria para la conducción pilotada.
9- Motores de inyección directa a 350 bar
"Pero si mi motor ya funciona a 2.000 bar", podrá decir
alguno. Solo que estará hablando de gasóleo, no de gasolina, que casi con mirarla sabemos que se inflama. Para 2017 esperan tener en la
serie equipos de gasolina inyectando a 350 bar. Gran parte de los avances últimos en motores de gasolina, reducción de consumo y contaminación incluidos, provienen de la inyección. A la
precisión, control y evaporación en la cámara, se sumará una reducción en las partículas presentes en el escape cuando se
aumente de 200 bar actuales a los anunciados 350 bar. A pesar de tratarse de un sistema más costoso que una inyección convencional, la
inyección directa se ha expandido mucho más rápidamente que lo pronosticado. Incluso en China, que con los contratos firmados para 2016, ya se conoce que la tercera parte de los coches de
gasolina llevarán inyección directa.
10- Comunicación: en tu coche, en tu casa
Como nosotros, si te dicen Bosch piensas en ABS o en ESP,
pero lo último que te vendría a la cabeza es que sus sensores -acelerómetros, giróscopos, etc- son claves para los smartphones y están
presentes en más de la mitad de los teléfonos inteligentes que se fabrican en el mundo. De ahí al coche interconectado hay un paso y, por supuesto, Bosch pretende ser pieza fundamental de
los 50.000 millones de ese "internet de las cosas" previsto para 2020. Una cifra que ven realista, porque ya que este año solo ellos fabricarán 1.000 millones de sensores.
11- Electrificación
Tu coche será eléctrico. Al menos
durante unos metros. En 2025 un quince por ciento de los coches nuevos estará electrificado. Es decir, parte de su propulsión será
por vía eléctrica. En 2020 se prevé que sea un diez por ciento de la producción mundial, aunque eléctricos-eléctricos, muy pocos, algo
más de dos millones y medio de coches en todo el mundo, estima Bosch. Se espera una producción de híbridos casi cuatro veces superior a esta cifra, de los cuales la
mitad, algo más de tres millones, serán del tipo híbridos enchufables. Para muchos, estos híbridos enchufables serán la vía que
allanará la implantación del coche eléctrico, al promover los puntos donde recargar baterías, sin descuidar la posibilidad de recorrer largas distancias gracias al motor de combustión. Un
responsable de VW declaró recientemente que esperaba que cada celda de la batería de los VW encerrará en 2020 el doble de energía (el
doble de autonomía) que ahora. Y como muestra decía que ya estaban trabajando con celdas con el 50 por ciento más de capacidad que la del actual e-Golf, luego habían recorrido la mitad del
camino. Bosch ha formado una empresa conjunta con Yuasa y Mitsubishi, cuyo primero resultado es un aumento de un diez por ciento de la autonomía simplemente con los correctos algoritmos de gestión de la batería. Esperan que para 2020 el precio de la batería sea la mitad del actual, equivalente a las estimaciones de VW.
12- Baterías de 48 voltios
Aparte de los eléctricos, con su alta tensión, proliferarán
los coches con batería de 48 voltios en lugar de 12 voltios. Un alternador para ese voltaje, una correa más capaz y un módulo
electrónico de potencia permitirán aportar al cigüeñal 10 kilovatios extras (unos 14 caballos) cuando sea necesario. La
energía vendrá de una batería de iones de litio adicional de volumen similar a la 12 voltios (que se conserva), aunque en
formato alargado y permitirá recuperación en frenadas. En retención menos, porque este alternador también hace de motor de arranque, y lo hará tan rápido, que permitirá apagar el motor de combustión cuando el coche va lanzado y circular por inercia. En el ciclo homologado baja los consumos en torno a un
seis por ciento y en uso real estiman que ahorrará un 15 por ciento de combustible.
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